En un mundo amenazado por el cambio climático, el liderazgo para diseñar estrategias de sostenibilidad en las empresas se hace cada vez más indispensable.
La urgencia de avanzar hacia una gestión de las empresas más sostenible, con el objetivo de contribuir a conseguir la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en 2050, ha provocado la necesidad de un nuevo tipo de directivos: los directores de sostenibilidad.
El Acuerdo de París tiene como objetivo conseguir la neutralidad de emisiones de GEI, es decir, que no se emitan más de este tipo de gases contaminantes que los que los sumideros (procesos o actividades capaces de absorber los GEI) sean capaces de eliminar.
La complejidad de esta meta obliga a la implicación de actores de ámbitos muy diversos y a los representantes de todo el tejido económico e industrial a nivel global, entre los cuales en definitiva están las empresas. Por lo tanto, es clave que estas cuenten con políticas y formas de gestión adecuadas para alinearse con esta meta y, para ello, es necesario contar con los equipos de expertos que puedan, por un lado, diseñar las políticas a seguir.
El Acuerdo de París no define las obligaciones de cada país o región, sino que cada país o región debe establecer sus propias metas. Y, en este sentido, la Unión Europea es líder, ya que, en 2020, se propuso un ambicioso plan que exige a todos sus miembros reducir un 55% sus emisiones de GEI, para 2050, respecto de 1990. Y, para hacerlo, prevé una serie de ayudas económicas que faciliten la transición ecológica de diversos actores, entre ellos las empresas.
Y, en este sentido, una de las áreas de conocimiento indispensables para un director de sostenibilidad será la legislación relacionada con las gestiones para conseguir y administrar los fondos necesarios para la transición ecológica en la que deben adentrarse las instituciones.
El director de sostenibilidad es ya una figura tan relevante, que empresas como BNP o Ikea ya cuentan con esta figura en su organigrama. Así que hoy analizamos en qué consiste exactamente este nuevo puesto de trabajo, ya que es un ámbito en el que expertos en información y tecnología podrán desempeñarse perfectamente.
¿Qué es un director de sostenibilidad?
El rol del Director de Sostenibilidad (CSO, por sus siglas en inglés) es una figura de reciente aparición y que está evolucionando en consonancia con el largo camino por recorrer que afrontan las entidades, antes de que la sostenibilidad esté completamente integrada en cada función, proceso y persona. Pero estos son los tres ejes principales de sus funciones, actualmente:
- Estar al día de la legislación y el marco teórico de aplicación, así como las obligaciones de las empresas, para adaptar las políticas y las operaciones de las empresas a los requisitos establecidos por estos documentos.
- Ayudar a la institución a diseñar o reconfigurar su estrategia de desarrollo sostenible.
- Informar, formar y fomentar el compromiso de todos los miembros de la empresa con la estrategia de sostenibilidad.
¿Qué habilidades debe tener un director de sostenibilidad?
Como ya hemos comentado, se trata de un área de especialización de reciente creación y cuya definición está cambiando constantemente. Por lo tanto, algunas habilidades necesarias para desempeñarse en este ámbito están claramente definidas y otras ser irán determinando en los próximos años.
Debido precisamente a esta naturaleza cambiante de la profesión es fundamental ser una persona flexible, adaptable y con gran capacidad de aprendizaje para poder desempeñarse en este ámbito. Pero, además estas son otras habilidades necesarias:
- Dirección de equipos
- Habilidades comunicativas
- Conocimiento y capacidad de mediación
- Conocimientos financieros y legislativos
- Conocimiento de big data y analítica
En definitiva, el director de sostenibilidad es una figura aún en definición, pero lo que no hay duda es de que será indispensable en cualquier empresa.
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