La brecha de tipo digital genera altos costes para las empresas IT. Pero ¿cómo combatirla?
Los procesos de digitalización siguen avanzando imparables, por lo que en este 2022 la Unión Europea calcula que el 45 % de los empleos estarán vinculados a la tecnología de alguna manera. Sin embargo, la demanda de trabajo en el sector IT no está logrando seguir este alto ritmo en cuanto a formación y capacitación, porque existe una evidente brecha tecnológica que está impidiendo ocupar muchas de las plazas vacantes.
En Fed IT sabemos de la importancia que tiene el campo tecnológico para el mercado laboral del presente y del futuro. De esta forma, hoy queremos hablarte del impacto que esta brecha tecnológica está teniendo en el desarrollo de los empleos IT y en el papel que están empezando a jugar estos como motor del cambio para la sociedad.
La rotación de personal, un problema aún más importante en el sector IT
Afrontar la rotación de personal es un problema clásico de las empresas. Esta es una labor que corre a cargo de los departamentos de Recursos Humanos y que requiere de una alta inversión (de hasta un 400 % del sueldo mensual del empleado saliente) para asumir los procesos de entrevistas y captación, el propio valor de la contratación, la capacitación, los costes de oportunidad o el tiempo de vacante de la plaza a ocupar.
Sin embargo, si el cambio se realiza en el marco de una empresa IT, estos costes pueden llegar a triplicarse. Y la razón está en la mencionada brecha digital. Es decir, en la diferencia existente entre las características del perfil tecnológico que la organización busca para el puesto, y entre la capacitación de aquellos profesionales que se proponen para el mismo.
La previsión es que este año se creen hasta 200.000 puestos de trabajo de perfil tecnológico en España. Pero un amplio número de ellos no podrá ser ocupado por la ausencia de trabajadores que estén capacitados para desempeñarlos adecuadamente. Lo cual contrasta con su atractivo evidente, propiciado en gran parte por sus altos sueldos. Y es que, según el informe Tech Cities de 2021, los profesionales TI perciben un salario medio de 37.660 euros al año. O lo que es lo mismo, cerca de 11.000 euros más que la media del resto del país.
Estas cifras obligan a las empresas a extremar el cuidado en sus procesos de selección y a cerciorarse de que incorporan el talento que verdaderamente necesitan para sus plantillas. De esta forma, se calcula que entre 75.000 y 100.000 plazas profesionales de tipo tecnológico no estaban cubiertas a mediados de 2021. Una cantidad importante, si tenemos en cuenta que para inicios de 2022 habrá aproximadamente medio millón de puestos de trabajo de este tipo en España.
Una brecha que no es solo digital
¿Y cuáles son los puestos donde esta brecha digital se hace más evidente? A nivel continental, la Comisión Europea estima que en 2020 hubo una demanda de 168.000 expertos en ciberseguridad y de 341.000 puestos para profesionales de datos. Aunque también hay otras especialidades que están en evidente crecimiento y que requerirán cada vez de más personal, como desarrollador de software, profesional técnico TIC, administrados de sistemas, digital project manager o consultor TIC.
Todo esto se traduce en que, según datos del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), en España el 13 % de las empresas y en Europa el 8 % impulsaran durante 2020 la contratación de especialistas tecnológicos. Pero hasta la cuarta parte de las españolas y la mitad de las europeas reconocieron tener dificultades para incorporar a profesionales que encajaran con los perfiles que buscaban.
Lo cierto es que la problemática que plantea esta brecha digital tiene diferentes causas. Incluso se podría decir que proviene en parte, a su vez, de otras dos brechas bien definidas: la de género y la de edad. La primera refleja que tan solo el 30 % de las profesiones TIC en Europa están ocupadas por mujeres, una cifra que se reduce a casi la mitad en el caso de España (15,6 %). Un asunto que también va de la mano con una tercera brecha, la salarial, ya que en las profesiones técnicas las diferencias de ingresos entre géneros pueden alcanzar hasta un 31 %.
Mientras tanto, la segunda es hasta cierto punto lógica, ya que en España tan solo el 35 % de las personas entre 55 y 74 años posee competencias digitales básicas. Algo que contribuye a generar ciertos prejuicios y reticencias entre los responsables de Recursos Humanos, pues hasta el 40 % de ellos reconocen descartar inmediatamente las candidaturas de las personas mayores de 55 años que llegan hasta sus manos.
¿Cómo se puede reducir la brecha tecnológica en el entorno profesional?
Por lo tanto, ante la importancia de la brecha tecnológica, se precisa tomar decisiones a nivel gubernamental, institucional y empresarial. Empezando por el establecimiento de planes educativos escalables y adaptables para que no limiten el futuro profesional de los trabajadores, por la implementación de modelos de reclutamiento más inclusivos, por el fomento del mentoring bidireccional para potenciar el talento sénior digital o por la inversión en programas formativos en el propio seno de las compañías.
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