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La importancia de los 5 primeros minutos en una entrevista de trabajo


Publicado el 23 febrero 2022

Descubre cómo puedes empezar con buen pie para convencer a los reclutadores.

¿Hasta qué punto la primera impresión es importante en una entrevista de trabajo? Pues bien,  según una encuesta deClasses and careers’, uno de cada tres reclutadores sabe si contratará a alguien o no durante los primeros 90 segundos tras conocerle.

Por lo tanto, en los procesos de captación de empleados cada detalle cuenta y los instantes iniciales son fundamentales para ganar ‘puntos’ y convencer a los reclutadores. Y hoy en Fed IT vamos a hablar específicamente de esos 5 primeros minutos donde todo comienza, para ofrecerte algunos consejos sobre cómo afrontarlos de forma satisfactoria.

La entrevista comienza antes del propio encuentro

Aunque aquí hablemos de los 5 primeros minutos de toda entrevista de trabajo, esta realmente arranca mucho antes. En concreto, es fundamental cuidar los detalles desde el mismo momento en que se produce el primer contacto con la empresa y se conciertan los detalles sobre el posterior encuentro entre las dos partes.

Nos referimos, por supuesto, a diseñar tanto un buen currículum como una carta de presentación óptima; así como a hacer un buen uso del lenguaje y de las formas a la hora de pactar el momento de la cita laboral. Porque, aunque todavía no nos hayan visto en persona, ya estamos enviando información a la empresa sobre nosotros: de nuestro pasado laboral, de cómo hablamos, de la manera en la que escribimos, etc.

Acudir con todo lo necesario para el correcto desarrollo de la entrevista

Cada entrevista es única y en algunos casos deberemos cumplir con algunos requisitos para poder superarla adecuadamente. Lo más habitual es presentarse en una con papel y bolígrafo para tomar notas o para cumplimentar algún documento, así como con copias de nuestro currículum actualizado por si la empresa las necesita. Aunque, si queremos evitar sorpresas negativas en este aspecto, en el momento de concertar la cita podremos preguntar sobre lo que será necesario llevar.

La puntualidad es la primera virtud que se puede demostrar

Ya tenemos concretado el lugar y la hora de la entrevista de trabajo. Así que no nos podemos permitir el lujo de llegar tarde, pues en muchos casos, cometer este error puede dar al traste con nuestra candidatura sin ni siquiera haber tenido tiempo para presentarnos y darnos a conocer. En su lugar, lo aconsejable será ir con tiempo más que de sobra: con 10 o 15 minutos como mínimo.

Fundamentalmente, porque el hecho de no presentarnos a la hora que está pactada puede interpretarse de distintas formas (y todas ellas negativas): desde la lectura lógica de que somos impuntuales, a que también somos personas descuidadas o que incluso tenemos tendencia a incumplir nuestros compromisos.

La imagen vale más que mil palabras

Aunque esta sea una frase hecha, en una entrevista de trabajo tiene plena validez. La imagen es básica para causar una buena impresión, dado que es la forma que tenemos de presentarnos sin necesidad de abrir la boca. En consecuencia, se recomienda acudir a la entrevista con una buena higiene, con un vestuario acorde y con un lenguaje corporal apropiado.

En este sentido, será interesante que nos informemos de las características de la empresa con la que nos vamos a reunir. Es decir, será ideal que conozcamos sus normas y valores, así como su estilo; ya que a partir de ahí, podremos adaptar la imagen con la que nos presentaremos a lo que presumiblemente nos vamos a encontrar allí. Hacerlo nos ayudará a encajar mejor con los requisitos del puesto de trabajo y probablemente cause una buena impresión en el propio entrevistador.

Actitud empática y agradable

Toda buena presencia física ha de ir acompañada de una actitud positiva y agradable. Por ejemplo, al llegar al lugar de la entrevista, será buena idea mostrar educación y buenas maneras con la persona que esté en recepción. Al fin y al cabo, esta también es una representante de la empresa u organización a la que queremos unirnos, por lo que de igual manera debemos intentar impresionarla positivamente.

Y posteriormente, cuando empecemos con la entrevista, también hemos de tener la mejor actitud posible. Lo que significa estar de buen humor, ser corteses, mostrarnos participativos para responder a las preguntas que nos hagan o comportarnos con seriedad.

Ser firmes y sinceros

Los nervios son normales en este tipo de procesos, pero hay que saber lidiar con ellos para que no nos dominen. Y una buena forma de empezar será presentar una actitud firme a través de un buen apretón de manos o de un contacto visual estable con el entrevistador. Hacerlo nos ayudará a ser más creíbles y permitirá que, esos segundos claves, nos ganemos tanto el respeto como la atención de nuestro interlocutor.

¿Qué te parecen estos consejos para superar satisfactoriamente los importantes 5 primeros minutos de las entrevistas de trabajo? ¡Anímate y cuéntanos cómo los sueles afrontar tú!

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