Liderar una empresa con la filosofía agile

Publicado el 10 diciembre 2021

Implantar la filosofía agile tiene diversas ventajas, entre las que destacan la flexibilidad y adaptación del proyecto.

En un mundo en el que la hiper-comunicación y la economía globalizada es cada vez más patente se hace necesario implementar nuevas formas de trabajar para conseguir adaptarse al mercado y las exigencias de los clientes. De ello nace la filosofía Agile, una metodología para desarrollar proyectos bajo la “cultura de la agilidad”.

Bajo este nombre de ‘filosofía agile’ tiene la premisa de adaptarse tanto a las amenazas como a las oportunidades externas y así desarrollar proyectos de calidad, en busca de una mejor experiencia para el cliente, acortando los ciclos de producción.

Una empresa que trabaje bajo la filosofía agile se caracteriza por dividirse en equipos pequeños y autónomos que trabajan por proyectos, así como por poner el foco en la colaboración y comunicación con el cliente.

Ventajas de la filosofía agile

Implantar la filosofía agile tiene diversas ventajas, entre las que destacan la flexibilidad y adaptación del proyecto, lo que permite replanificarlo si es necesario, puesto que el equipo que trabaja en el mismo puede tener resultados anticipados, marcando unas fechas de entrega del proyecto realistas. Para ello es necesario tener un feedback temprano para reducir los riesgos, punto que también ahorra esfuerzo y tiempo al equipo.

La proactividad a la hora de llevar a cabo la toma de decisiones también se verá incrementada, así como el compromiso por el trabajo en equipo y la productividad del proyecto.

Implementar equipos multidisciplinares es otra de las características de este método de trabajo, que a su vez puede derivar en ventajas muy favorables para los proyectos. Se obtienen así más puntos de vista y un feedback más exhaustivo que inevitablemente derivará en un resultado de trabajo que va a la par con las exigencias y necesidades del cliente.

Y es que, por encima de todo, la filosofía agile permitirá a tu empresa y a tu equipo obtener unos resultados de un alto nivel que concuerde exactamente con lo que el mercado demanda en cada momento, adaptándose de forma rápida y eficaz, lo que hará que los clientes queden satisfechos en todo momento.

¿Cómo ser un líder agile?

Si eres directivo y quieres que tu equipo empiece a trabajar bajo esta filosofía debes tener en cuenta algunos puntos. Es primordial que identifiques cuáles son los factores que restan productividad a tus resultados como primer paso para implantar la filosofía agile. Después, deberás definir los roles dentro del equipo, así como las responsabilidades que recaerán sobre cada miembro. El equipo en que delegues cada tarea trabajará de manera autónoma pero coordinada, lo que permitirá aprovechar las experiencias de cada uno a la hora de resolver el trabajo.

El tamaño de los equipos dependerá del de la empresa. De esta manera, en empresas pequeñas no es conveniente que los equipos estén formados por más de cinco personas, mientras que en las más grandes pueden llegar hasta los 30 miembros.

También es muy importante la definición de los objetivos del proyecto, que deben estar marcados y claros para responder a la agilidad necesaria que conlleva este modo de trabajo.

Además, formarse es esencial para poder implantar la filosofía agile con éxito. Tomarse tiempo para estudiar las claves de este método y que se convierta en el hacer de tu empresa es algo que lleva tiempo y conlleva decisiones que deben ir orientadas hacia una mejora incremental y continua tanto de la productividad como de la calidad de los servicios prestados y los proyectos que se llevan a cabo. La persistencia es, por tanto, una de las claves para que la filosofía agile lleve a tu empresa al éxito.

Y tú, ¿estás listo para sumergirte en la filosofía agile y llevar tu empresa un paso más allá?