Esta metodología es utilizada por gigantes tecnológicos como Google, debido a que resulta muy eficaz para aumentar la productividad.
Objetivos y resultados clave...así de fácil es trabajar según la metodología OKR, del inglés Objectives and Key Results. Pero no, no es tan sencillo como parece, no en vano se ha creado una metodología diseñada para conseguir trabajar de esta manera, una metodología implantada en gigantes tecnológicos, como Google. Y es que, sin duda, se trata de una forma de trabajar eficiente, que contribuye radicalmente a alcanzar el éxito en proyectos laborales.
En Fed IT somos expertos en la selección de personal y, por eso, nos gusta estar al día de las tendencias más relevantes del sector laboral. Así que hoy, en nuestro blog, analizamos qué es la metodología OKR y qué ventajas ofrece.
¿Qué es la metodología OKR?
Como su nombre indica es tan simple como definir objetivos y los resultados que se quieren alcanzar. Pero claro, visto así, esto es básicamente la forma en que trabajamos y, en realidad, en la que llevamos a cabo cualquier proyecto en nuestra vida. Sin embargo, el OKR busca ir más allá y define una metodología para definir los objetivos que nos lleven a alcanzar el éxito y vincularlos a unos resultados cuantificables, para poder evaluar la evolución del proyecto.
Para garantizar que el OKR sea efectivo, es recomendable que cada departamento fije sus propios objetivos, y que estos se limiten a un máximo de 5 y, de preferencia, un mínimo de 3. Y los resultados deben cuantificarse y evaluarse cada tres meses, ya que este es un periodo de tiempo suficiente para poder valorar la evolución, pero no demasiado como para no poder detener o modificar a tiempo un proceso que no está funcionando de manera óptima.
“80% good is good enough”
Esta frase anglosajona, que quiere decir 80% bueno es suficientemente bueno, es un leitmotiv común en el entorno de las startups. Y se popularizó porque ataja un problema común a la hora de abordar un proyecto complejo y es saber qué tan ambiciosos tienen que ser los objetivos y cuándo decidir que el proyecto es un éxito.
En un entorno competitivo, con profesionales competentes, autoexigentes y perfeccionistas suele ser complicado definir estas metas y evaluarlas, ya que siempre se busca mejorar. Y, claro, la perfección no existe y trabajar para alcanzarla en todo momento es un camino sin final. Y esto, si bien es un buen motor para crear, diseñar o mejorar, a veces deja de ser un impulso y se convierte en un freno. Y la frase “80% good is good enough” hace referencia precisamente a la necesidad de evitar que ese afán de mejora y perfección se convierta en un obstáculo. En definitiva, es necesario buscar el perfeccionamiento continuo, pero siempre desde una perspectiva proactiva.
Y en el entorno OKR esta filosofía se traslada en el establecer objetivos de gran ambición (que si se alcanzan suponen el 100% de nivel de consecución), pero exigir solamente que se cumpla a partir de un 60% o 70%. De esta manera, siempre se avanza.
Metodología transversal
Esta metodología es exitosa en múltiples empresas porque su carácter retador, colaborativo y transversal no ataca a los organigramas de las compañías, lo que facilita que se adapte tanto a entornos tradicionales, con jerarquías muy rigurosas, como a entornos de start-ups con
Además, puede aplicarse en dos direcciones: desde la dirección de la empresa hacia abajo, partiendo de los objetivos globales hacia los objetivos de cada división, o bien, desde cada departamento hacia la empresa.
Ventajas de la metodología OKR
Estos son los principales beneficios de la metodología de objetivos y resultados clave.
- El plantear objetivos trimestrales facilita el análisis y la rectificación de una estrategia, si es necesario, para garantizar que el proyecto sea exitoso.
- Definir objetivos claros facilita que todos los miembros del equipo estén alineados con estos.
- Mejora la colaboración entre diferentes equipos, facilita el intercambio de ideas y unifica iniciativas.
- De una mayor autonomía a los equipos, ya que se les definen sus propios objetivos e indicadores para medirlos.
- Motiva a los equipos al elegir objetivos retadores y en timings específicos.
En definitiva, la metodología OKR es una forma de organizarse en equipo, pero por su naturaleza contribuye a fomentar la proactividad, la organización y el intercambio de buenas prácticas.
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